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Para empezar, se define el síndrome de la boca ardiente, como una sensación dolorosa de ardor, que puede prolongarse por días durante varios meses o incluso más. Debido a su peculiaridad, cada paciente puede responder de forma diferente al tratamiento, que en ningún caso cura el SBA, sino tan sólo mitiga los síntomas asociados.
Además de estos síntomas, que son los generales, existen dos tipos de SBA con diferentes síntomas:
El SBA es una enfermedad difícil de diagnosticar como se mencionó al principio; normalmente se encuentra como resultado de una consulta con un especialista (normalmente un dentista especializado en cirugía o incluso otorrinos). Dicho médico le hará una serie de pruebas, entre ellas; un análisis de sangre (para ver si tiene alguna enfermedad concreta relacionada con el SBA), test de alergia, test de flujo de saliva e incluso le pueden hacer una biopsia de un tejido, entre otros.
La gran variedad de métodos viene a consecuencia del desconocimiento del origen de la enfermedad, por lo que deben descartar otras enfermedades antes de diagnosticar SBA.
Como se comentaba al principio, no existe una cura sino más bien tratamientos para aliviar los dolores y la sequedad de la boca. Solo en el caso de la SBA secundaria se puede tratar, ya que es una consecuencia de otra enfermedad, por lo que, si se cura el origen, desaparecerán los síntomas del SBA.
Para finalizar, unos pequeños consejos, que evitarán sufrir más de lo necesario: